domingo, 16 de marzo de 2008

My sweet emotions

Éxtasis, miedo, alegría, aburrimiento, ansiedad, cansancio, vergüenza, amor u odio… no son más que reacciones dentro de nuestras cabezas. Sustancias, electricidad, conexiones, etc… Sin embargo siendo algo tan “efímero” (le pongo comillas a las palabras que no uso a “diario”) mandan nuestras vidas y nuestro día a día. Vivimos según estas emociones, hacemos lo que estas nos dicen, conciente e inconcientemente buscamos algunas y evitamos otras.




Mi profesora de filosofía pregunto una vez que sentido tenia la vida... en ese momento no supe que responder. Ahora no, ahora le podría decir que un griego bastante ocioso lo descubrió hace siglos. Seria precisamente la búsqueda de una emoción, la felicidad (sí, soy todo un filosofo).

Pero tampoco es tan sencillo. Uno no vive pensando en la felicidad; más que nada lo que hacemos desde que nos despertamos es satisfacer las distintas necesidades que sentimos, proyectadas en metas o motivaciones (a corto y largo plazo) por la emoción (o mezcla de emociones) que esperamos que produzca su satisfacción o por la emoción que nos deja si no la satisfacemos. (por ejemplo, si me quedo durmiendo un dia de clases me voy a sentir bien por un lado, pero peor por el otro por la culpa que me traería... asi que analizo, "pondero" y dependiendo del sueño que tenga me quedo en la cama o me levanto)

La necesidad de expresarse es otro ejemplo. Analizo y "pondero" las concecuencias positivas o negativas que podria tener.
También esta la necesidad de escuchar música.
La de entender lo que me rodea.
La de cambiar el mundo aunque sea en algo muy pequeño. (para bien obviamente)
La de creer que soy entretenido cuando la realidad es otra.
La de todo lo que sea biologico; comer, dormir, etc..
La de conversar.
La de ser entendido.
La de escuchar.
La de estar con algunas personas.
La de molestar, de joder por joder.
La de criticar.
La de llevar la contra.
La de sobresalir del resto.
La de sentirme especial.
La de sentirme común y corriente.
La de destruir.
La de crear.
La de hacer un trabajo bien hecho.
La de decir algunas palabras en hebreo, francés, inglés o alemán porque suenan bien (no es que hable esos idiomas, son lineas, frases o palabras que escuché por ahi).
La de querer agradarle a todo el mundo.
La de ver lo que llevo escrito y sentirme bien.
La de borrar lo que llevo escrito.
La de sacarme algunas cosas de la cabeza.
La de llorar.
La de reír.
La de correr.
La de no pensar en “el que dirán” o en lo que vaya a pensar la gente.
La de ir a Israel y sacarle fotos a cada edificio, a cada calle, a cada persona.
La de estar en la playa.
La de vivir cerca del mar (aunque me terminaria aburriendo)
La de decir algo incoherente.
La de cantar.
La de bailar (a veces me dan ganas, que se le va a hacer...)
La de ser mas de esto y menos de lo otro.
La de pensar, de desarrollar una idea.
La de descubrir algo o darme cuenta por mi mismo (anunque sea algo muy obvio).
La de escribir algo que tenga alguna trascendencia.
La de ayudar.
La de ser simpatico.
La de ir por la calle escuchando ciertas canciones.
La de cocinar (no es que cocine, estoy hablando de hacerme huevos revueltos o algo por el estilo)
La de editar las entradas del blog.
La de no sentirme mal por no haber leido lo que tenia que leer.
La de tirarme en paracaídas (no tirarme en si, sino que recordar que lo hice).
La de ver una película y terminar sintiendo esa extraña sensación.
La de decir “wea”.
La de ponerle un titulo bonito y con un significado medio escondido a esta wea.
La de poner una foto que considere especial y a la que le vea un significado profundo.
La de ser perfeccionista.
La de no complicarme por todo.
La de terminar algo que ya se esta alargando mucho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Felipe dijo...

muy bonita entrada, me sentí identificado con varias cosas de la lista.
Sigue escribiendo David, hace bien :)